
Es curioso lo que hace el paso del tiempo. Hasta ahora me había pasado desapercibido. Pero el otro día, me fijé en el rostro de una persona. No debía ser excesivamente mayor, no tenía demasiadas arrugas, y sí alguna cana. Lo que delataba su edad era algo mucho más triste que eso. El tiempo le había dibujado una sonrisa, y por un error de trazo, lo había hecho al revés. Busqué con la mirada otros rostros. Y me horrorizó lo que ví. El tiempo no se había equivocado con el trazo. Siempre las hacía así. ¿Y por qué?
Giré la cabeza ante sus ojos atónitos, para mirar desde abajo, y que la sonrisa fuera sonrisa. Pero además de marearme, lo cierto es que aunque sí pude verla derecha, no dejaba de resulta extraño un rostro que comenzara por la barbilla, siguiera con la boca, después llegara la nariz, y a duras penas le viera ya los ojos, ahí abajo. No siempre comprendo el arte moderno. Y eso que no llegaba a ser una abstracción.
Cuando volví a poner la cabeza en su sitio, aquella sonrisa mal dibujada había cambiado. De pronto había ocurrido un milagro, y sus extremos apuntaban al cielo, como tiene que ser, y todo el rostro se levantaba con ella, y los ojos chispeaban. Y me miraba divertido. Y se hizo la luz. Si hacer el ridículo causa esos efectos, prometo hacerlo más a menudo.
Cuando llegué a casa corrí al espejo, y me miré bien seria. Menos mal, el tiempo no se había puesto a garabatear con mi boca. Eso sí, conocer al enemigo ayuda. Ya sé lo que va a hacer conmigo. Pero también sé que no es irreversible. Y no me refiero al botox. Con un poquito de esfuerzo, la sonrisa que está al revés, se puede volver a poner derecha. Sólo hay que sonreír. Habrá que hacerlo todo el tiempo.
Bella reflexión. Me has hecho pensar, nunca lo había advertido.
Me alegro que tu sonrisa apunte hacia arriba, y que por siempre siga así.
Un abrazo desde Canarias.
Jesús
Es un ejercicio que suelo hacer con las niñas, por hacer el tonto, muevo la sonrisa a tristeza y al revés, el mero gesto cambia la cara aunque mantengas el resto inmovil, es asombroso.
Precioso texto querida.
tu avatar tiene la sonrisa al revés, dess…..
Ya, es el precio a pagar por portar la imagen de un tipo tan atractivo, yo la tengo del modo correcto, pero no soy tan guapo 🙂
En cambio tú tienes una sonrisa perfecta
Reír y sonreír. Y dejar que el tiempo trabaje con su cincel y su hilo de plata.
Yo sonreiría más a menudo, pero luego se corre el riesgo de que se transforme en una parálisis facial.