– Nos vamos a comer, ¿no vienes?
– No.
– Oye, pero ¿tú no comes nunca?
– No. (Pausa valorativa. Por fin me decido.) Lo sé, parezco humana, pero soy un replicante.
– ¡Ah, un replicante! Entonces… te enchufas por las noches y ¿listo?
– Algo así.
– Pues… el resultado es excelente.
– Felicitaré a mis programadores de tu parte.
Aprovecho este espacio para realizar esa felicitación. Ahora, si me disculpan, es hora de enchufarme.