Y las calles se llenan de gente, y las venas de sangre.
Tomar las riendas, dejar de poner una papeleta para votar a quien desprecias, recobrar la fe en una forma diferente de hacer las cosas, exigir ética, redistribución, sostenibilidad, justicia social, compromiso, responsabilidad, protagonismo en el cambio. De la distopía a la utopía. Pensar en global y actuar en local.

Indignados. El tiempo que sea necesario. Indignados. Por fin.
¡A la calle!
Otro mundo es posible porque es necesario.
