Algunas personas, cuando les comentaba que iba a pasar el puente en un estudio, y lo hacía emocionada, me decían «eso lo dices porque no has grabado nunca. Ir a grabar es un coñazo. Pasas un montón de horas esperando a que graben los demás, repitiendo y repitiendo.» Para ellos grabar era aquello por lo que había que pasar para conseguir un disco.

Yo terminé pronto. Imaginaba que tardaría horas, que tendría que repetir diez o quince veces cada tema hasta conseguir una versión decente. Pero toqué September rain tres veces y nos quedamos con la primera, e It’s you sólo hizo falta una vez. Eso mismo ocurrió después con todos. Ninguno tuvo que repetir mucho. Todo era muy ágil.

Gerardo no era partidario de conservar las tomas y después comparar, cortar de aquí, pegar de allá, sino de tocar una y otra vez, hasta que hagas la toma de…